La cantidad de agua en el mundo
A pesar de la gran cantidad de agua existente en los mares, ríos, lagos, capas polares, o yacimientos subterráneos en todo el planeta que se estima en un total de 1,400 a 1,500 millones de kilómetros cúbicos2 (Km3), el agua realmente disponible para el consumo y uso de los humanos se reduce a sólo 34 mil Km3 por año. En términos del total de agua del planeta, la disponible sólo representa menos de una cucharadita de agua vis-a-vis una jarra de cuatro litros.
Actualmente, la humanidad ya consume aproximadamente más de la mitad del agua disponible: 35 por ciento se destina a la irrigación, la industria y el consumo doméstico, y 19 por ciento se utiliza para efectos de drenaje o realimentación de corrientes fluviales y acuíferos. Aparentemente, el volumen excedente constituye un buen margen de reserva. Pero, cabe notar que tal volumen, o casi la mitad del agua disponible, resulta el más difícil – por consiguiente- el más caro de suministrar debido a que los acuíferos más viables ya se han localizado, explotado o sobreexplotado y las grandes obras hidráulicas en los ríos accesibles se han realizado, particularmente en el hemisferio norte del planeta.
Puede afirmarse que, en términos generales, la humanidad está confrontada con un fenómeno de índole económica semejante al que se inauguró durante la década de los setentas, en el siglo pasado, al presentarse los llamados “choques" petroleros los cuáles, independientemente de cuestiones coyunturales que contribuyeron a precipitarlos, en esencia reflejaron una realidad económica cuyos efectos han marcado la geopolítica del planeta desde entonces. Aquellos choques marcan claramente un punto de inflexión en la tendencia decreciente de los costos marginales de producción del petróleo crudo. A partir de esos años, el costo de producción de cada barril de petróleo sería más elevado y, en cierto sentido, esta ineluctable “ley” económica empieza a vislumbrarse en el caso de la oferta del agua a escala mundial.
Tal vez se pueda razonar que los 34 mil kilómetros cúbicos de agua disponible por año con los que cuenta la humanidad, mismos que pueden repartirse en 8 mil metros cúbicos por habitante, constituyen una dotación sobradamente suficiente. Pero los recursos hidráulicos del planeta no se encuentran uniformemente distribuidos en el espacio y, lamentablemente, el agua deja de concebirse como un bien de “propiedad común” y se transforma paulatinamente en una mercancía o bien privado, cuyo costo marginal de producción –como ya se apuntó- tiende a aumentar.
El agua disponible en México y sus usos
De acuerdo con ciertas estimaciones internacionales, del total de agua dulce disponible en el planeta (34 mil km3) anualmente, México cuenta con un poco más del uno por ciento o 357 km3. En el año de 1950, esta disponibilidad natural era equivalente a casi 13 mil metros cúbicos (m3) disponibles de agua dulce para cada mexicano.
Con los datos oficiales de población del año 2001, la Comisión Nacional del Agua de nuestro país ha establecido este mismo indicador en aproximadamente 4,685 m3 por habitante. En todo caso, la reducción, atribuible solamente a la dinámica del crecimiento poblacional y no a la disminución en la disponibilidad por efectos de la contaminación o al cambio climático, se traduce en que los mexicanos de hoy sólo disponen de alrededor de un tercio del agua con la que contaban nuestros compatriotas hace apenas cinco décadas.
Según las proyecciones de población elaboradas por la Organización de las Naciones Unidas, para el año 2025 nuestro país contará con 121 millones de habitantes y la disponibilidad anual de agua per-cápita se habrá reducido a 2,952 m3.
Por otra parte, el llamado escurrimiento superficial virgen medio es de 394 km3 cada año, de los cuales 344 se generan por la lluvia en el propio país y los 50 km3 restantes en países limítrofes. De Guatemala se reciben aproximadamente 47 km3, aunque no existen convenios, y con Estados Unidos ciertos acuerdos internacionales comprometen importaciones que aportan 1.85 km3 de la cuenca del río Colorado y 0.07 km3 de la cuenca del río Bravo en la región norte del país. En esta región y hacia EEUU, existen compromisos de cesión (exportaciones) de 0.44 km3 por año de la cuenca del río Conchos. Finalmente, la recarga media de los acuíferos se estima en 75 km3 por año, la cual, sumada al escurrimiento de 394 km3 arroja un total de 469 km3 anuales, cifra que representa los recursos hídricos renovables anuales totales del país.
Mediante la extracción del agua subterránea y la superficial, el país consume actualmente 72.5 Km3 anuales, de los cuales 56.4 Km3 o cerca del ochenta por ciento se destina al sector agropecuario; 9.5 km3 o trece por ciento constituye abastecimiento público a los sectores industrial, residencial y comercial. El resto, 6.6 km3 anuales, se utilizan por un segmento del sector industrial que se abastece autónomamente.
De manera análoga a la distribución del agua en el planeta, los recursos hídricos de México se encuentran repartidos de una forma desigual en el territorio nacional, consecuentemente existen variaciones significativas de las disponibilidades de agua según regiones. El 50 por ciento del escurrimiento superficial se genera en el sureste del país, en tan sólo el 20 por ciento del territorio, mientras que en el norte del país, que abarca el 30 por ciento del territorio, se genera sólo el 4 por ciento de dicho escurrimiento. También se sabe que normalmente la lluvia es escasa en el norte del país y más abundante en el sureste y en las vertientes del Golfo de México y del Pacífico al sur del Trópico de Cáncer.
Consumo y demanda
De acuerdo con los datos más recientes en forma agregada, la llamada Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) consume del orden de 66 metros cúbicos por segundo (m3/seg), de los cuales normalmente 35 corresponden estrictamente a la Ciudad y 31 a los municipios conurbados a la misma. Sin embargo, en
2003 el consumo en la Ciudad de México fue de 33 m3/seg que equivalen a casi 3 mil millones de litros diarios.
Al considerar una población de 8.6 millones de habitantes en la Ciudad de México, esta oferta de 33 m3/seg de agua equivaldría a una dotación bruta de 332 litros al día por habitante (l/hab/día), cifra que aparentemente contrasta en forma positiva con la disponibilidad promedio en ciudades como Nueva York, Tokio o Paris -dónde dicha dotación es de 200 l/hab/día- cantidad que se considera adecuada para un buen nivel de confort. Sin embargo, de acuerdo con diversos especialistas, la aparente alta dotación a los habitantes de la Ciudad de México “por sí misma implica un desperdicio” de 132 l/hab/día o aproximadamente 13 m3/seg.
Por su parte, la demanda de agua de la Ciudad de México, se integra mediante la suma del consumo total de los distintos usuarios más las pérdidas físicas de caudal (o fugas) que se presenten en los distintos componentes del sistema de abastecimiento. En particular, se estima que las fugas de agua en nuestra ciudad son cercanas al 38 por ciento del total o sea que casi 12.4 m3/seg se pierden por fugas en las tomas domiciliarias (7.4 m3/seg) y en la llamada red primaria (5 m3/seg).
De esta manera, el consumo efectivo (el agua potable disponible para la población) en la Ciudad de México se reduce a 20.6 m3/seg, de los cuales casi el 40 por ciento se destina a los sectores industrial, comercial y de servicios. El resto, o aproximadamente 13 m3/seg, resulta el volumen de agua que se consume por el sector doméstico o residencial. Esta dotación representa una disponibilidad de agua potable per-cápita para este sector de 131 l/hab/día, aproximadamente.
En la Ciudad de México se han hecho estimaciones que ubican el mínimo volumen de agua adecuado para uso doméstico en aproximadamente 180 l/hab/día. Al comparar este volumen mínimo con la disponibilidad actual, se deduce que existe un déficit de casi 50 litros diarios por persona, o un caudal necesario de confort de un poco menos de 5 m3/seg adicionales, suponiendo que el volumen disponible actual se distribuyera equitativamente. Situación que no se presenta en el contexto de nuestra sociedad urbana.
Nivel de ingreso y dotación de agua en el DF
Ciertos estudios realizados por las autoridades relacionadas con el agua en la Ciudad de México, comprueban que el ingreso de los usuarios domésticos determina un patrón de inequidad en el volumen de agua consumida y, en forma concomitante, la cantidad demandada de agua varía en cada una de las 16 delegaciones que integran el Distrito Federal.
De acuerdo con un estudio relacionado con el sistema de distribución de agua potable en la Ciudad de
México, realizado en 1996, al estratificar a los usuarios por su nivel de ingreso en Popular, cuyo ingreso familiar es menor a tres salarios mínimos; Medio (entre 3 y 7 salarios mínimos); Medio Alto (entre 7 y 17 salarios mínimos); y Residencial (más de 17 salarios mínimos) se puede constatar un patrón marcadamente inequitativo en el consumo promedio de agua en nuestra ciudad ya que por cada litro de agua disponible para el estrato popular de la población, existen hasta cuatro litros disponibles para el estrato de consumidores residenciales.
El estudio en cuestión concluyó que más de tres cuartas partes de la población de la Ciudad de México no acceden a la dotación de agua sugerida para lograr un nivel mínimo de confort, ya que sólo cuenta en promedio con 159 l/hab/día
No hay comentarios:
Publicar un comentario